Procuraremos ser amables con las personas con quienes convivimos.
Vamos a hacer un esfuerzo para dialogar en familia sobre los temas que convienen al espíritu familiar.
Vamos a ser atentos con cualquier persona que se nos acerque...y vamos a conducir con la responsabilidad adecuada.
Recortaremos el tiempo de la Tele y lo dedicaremos a alguna lectura que nos ayude a profundizar en la fe, mejor aun, textos de la Palabra de Dios.
Vamos a controlar lo que comemos y bebemos: comer lo necesario, reducir lo más posible el alcohol y el tabaco, para ser más libres.
Nada de malhumor, ni de tristeza. Vamos a estar siempre alegres y a saborear lo bello de la vida.
Prestaremos más atención a las personas, en especial a los enfermos, los ancianos y los que más lo necesiten.
Nos privaremos de caprichos, aperitivos y lo superfluo para poder compartir su importe con los que lo necesitan
Nuestro trabajo ha de merecer la "excelencia" como procedente de un cristiano.
Nuestro cuerpo es una creación de Dios y por tanto lo cuidaremos evitando todo desorden.
-Vamos a evitar las críticas negativas y vamos a procurar descubrir y hablar de lo positivo de cada semejante
-Vamos a disminuir todo lo posible el consumo de alcohol y vamos a procurar que si alguien cercano se excede vamos a ayudarle a que también lo haga.
-Vamos a prescindir de enfados, malos modales, violencias, insultos, groserías...
-Vamos a hablar claro, sin mentiras ni hipocresías.
-A usar el móvil lo indispensable.
-A participar más en los actos y celebraciones de nuestra Comunidad Parroquial y de los Sacramentos.
-A hacer más felices a quienes nos rodean con muestras de cariño y detalles que se lo demuestren.
-Después de leído lo de ayer y lo de ahora, ¿ hacemos un propósito concreto, que sea signo principal de nuestro ejercicio Cuaresmal? Vamos a ello....
-En silencio, en la presencia de Dios, vamos a preguntarle qué es lo que quiere de cada uno de nosotros, qué es lo que espera de nosotros en las actuales circunstancias?
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